miércoles, 26 de octubre de 2011

Chiapas

Linda Bucay

La caricia breve de un recuerdo
se acurruca tras los ojos
mostrándose como un sueño,
como un instante de luz despoblada,
como un tiempo ya sin nombre
tan perpetuo y tan ausente
como un mirar impronunciable.

Mi memoria descansa y se extiende
tras ese olor a hierba agitada
que invita a descalzarse,
a palpar el humus que amalgama
lo que respira, sangra y suda
lo que llora,
lo que ríe,
hermoso y fragmentado
en las arterias verdes de Chiapas.

Así la curva de tu espalda;
verdes que se concentran y se diluyen
mutando su densidad de selva en bosque;
cascadas que nutren tus dialectos,
y voces tiernas que te buscan
perdidas en la noche invertebrada.

Caminé tus tardes, Chiapas,
para memorizar la respiración de tus tejados,
para volver en ti y habitar tu insomnio,
tu orilla,
tu calma.
Pero pulsas tan lejos, Chiapas,
tan lejos y tan crudo
que eres laberinto incansable,
un paraíso ajeno,
un mural impenetrable.

Te quiero tocar
pero te tapas la cara con las manos,
te tapas las manos con la cara,
pues no eres sólo tierra de paisajes
eres también lengua dislocada,
mestizaje inconcluso,
una melodía que al gritar se apaga,
un ritual que florece y se desangra.

Aunque tu piel es un canto que persiste
más allá de la voz que te exhala,
eres un pedazo de sombra,
un niño que te juega,
una guerrilla en tzotzil,
cien lagunas que se colorean a sí mismas,
y marimbas que arrullan desde lejos,
lejos y verdes,
siempre verdes
Chiapas.






Linda Bucay es estudiante avanzada de la Licenciatura en Psicología de Universidad de las Américas, trabaja coordinando proyectos sociales, educativos y culturales para jóvenes. Escribe sobre adicciones en una organización dedicada a su prevención y tratamiento. Desde que su memoria le permite recordar, le gustaría entender cómo es que pueden existir cosas tan hermosas como la música o la poesía, que descansan sobre otras tan complejas como los seres humanos y la forma en que se relacionan.

martes, 6 de septiembre de 2011

La situación de las mujeres en el México actual: algunos datos fundamentales (parte 2)


Fernanda Hopenhaym


La primera entrega de este artículo analizó el estado de asuntos clave tales como la violencia contra las mujeres, incluyendo los feminicidios, la participación política y la feminización de la pobreza. En esta segunda y última parte nos centraremos en presentar datos acerca de otros tres temas fundamentales para comprender la situación de las mujeres en México actualmente: salud sexual y reproductiva, educación y mercado laboral.


Salud sexual y reproductiva

Algunos datos generales
Tasa de fertilidad nacional: 2.3
Tasa de mortalidad infantil (cada 1000 nacidos vivos): 19
Tasa de mortalidad materna (cada 100,000 nacidos vivos): 60

Interrupción del embarazo
En México, la interrupción del embarazo es legal en determinadas circunstancias. Sin embargo, si una mujer queda encinta y decide interrumpir su embarazo, se ve obligada a practicarse un aborto en la clandestinidad. Algunas pueden acudir a servicios higiénicos y seguros. La mayoría, sin embargo, pone en riesgo su salud y hasta su vida, porque carece de recursos para recibir atención adecuada.

El aborto no se considera delito o no se sanciona, cuando:
-      El embarazo es resultado de una violación
-      El aborto es provicado accidentalmente (o, como dice la ley, de manera “imprudencial” o por “conducta culposa”)
-      El embarazo pone en riesgo la vida de la mujer
-      El producto tiene malformaciones graves
-      De continuar con el embarazo se provocaría un grave daño a la salud de la mujer
-      El embarazo es producto de una inseminación artificial no consentida
-      La mujer vive en situación de pobreza y tiene al menos tres hijos
-      Se realiza dentro de las primeras 12 semanas de gestación

De estas ocho razones sólo la primera (por violación) es válida en todo el territorio nacional. Treinta estados contemplan el aborto imprudencial y veintinueve cuando el embarazo pone en riesgo la vida de la mujer. Así, la constante legislativa en nuestro país es no castigar el aborto por violación, imprudencial y por peligro de muerte de la mujer. El resto de las causas de aborto no punible varía de un estado a otro. Las leyes de aborto de la mayor parte del país datan de los años treinta del siglo XX, y sólo la mitad o una tercera parte han vuelto a revisarse desde entonces. Nuestras leyes se encuentran a la zaga de las del resto del mundo en esta materia, ya que actualmente 61% de la población mundial vive en países donde se permite el aborto por una amplia gama de razones, incluso por la sola voluntad de la mujer.

Actualmente, en México, sólo el Distrito Federal permite la interrupción voluntaria del embarazo sin restricciones hasta las 12 semanas de gestación, tras una decisión histórica de la Asamblea Legislativa, el 24 de abril de 2007. Entre esa fecha y el 6 de julio de 2010 se realizaron en el DF 42,873 interrupciones legales del embarazo (7.4% de las cuales fueron solicitadas por mujeres menores de edad). Por otra parte, 17 Estados han reformado su constitución entre 2008 y 2011 para proteger la vida desde la concepción/fecundación (Baja California, Campeche, Chiapas, Colima, Durango, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Nayarit, Oaxaca, Puebla, Querétaro, Quintana Roo, San Luis Potosí, Sonora, Tamaulipas, Yucatán).

Anticoncepción y anticoncepción de emergencia
Según una investigación del Centro Latinoamericano Salud y Mujer (CELSAM) realizada en 2010, en México 53% de las mujeres en edad fértil no emplea ningún método anticonceptivo. Mayoritariamente esto se debe a falta de información, falta de acceso, o a negativas por parte de su pareja.
Por otra parte, desde el 21 de enero del 2004, la anticoncepción de emergencia está incluida en la Norma Oficial Mexicana de Planificación Familiar. El 11 de julio de 2005 se incluyó en el cuadro básico de medicamentos de la Secretaría de Salud en decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación. Esto significa que la anticoncepción de emergencia debería ser accesible en cualquier centro de salud.

Enfermedades de transmisión sexual (ETS)
Cerca de 30% de los mexicanos entre 18 y 30 años de edad han padecido alguna enfermedad de transmisión sexual. Diariamente son detectados y atendidos, cerca de 15% de pacientes con este diagnóstico. Las enfermedades con mayor número de infectados son la candidiasis, tricomoniasis, vulvovaginitis, sífilis, gonorrea y clamidia, de acuerdo con cifras del Instituto Mexicano de Seguridad Social (IMSS). De las infecciones de transmisión sexual, la que tiene más incidencia es la del Virus del Papiloma Humano (VPH), con una tasa de 23.3 casos por cada 100 mil habitantes en el país. La mayoría de las ETS afecta a hombres y mujeres por igual, pero en muchos casos los problemas de salud que provocan pueden ser más graves en las mujeres, en especial si están embarazadas.

VIH/SIDA
La prevalencia del VIH/SIDA en México, según datos de CENSIDA para 2009, es de 0,38% de la población. Si bien la incidencia es mayor en hombres que en mujeres (que representan 18% de los casos registrados a noviembre 2010 por CENSIDA), si se toman los llamados “grupos de riesgo”, las mujeres heterosexuales conforman el segundo grupo más vulnerable (con una estimación del 22% de los contagios por VIH) después de los hombres que tienen sexo con hombres (60%). Podría decirse entonces, que la incidencia sobre las mujeres en general ha ido en aumento y es muy significativa, lo cual necesitaría acciones focalizadas. 
Actualmente, autoridades de salud estiman una cobertura en el tratamiento con antirretrovirales del 95% de los pacientes con VIH/SIDA que conocen su status serológico.


La educación

En términos de la matrícula en los diversos niveles educativos, en los últimos años ésta se ha prácticamente equiparado entre hombres y mujeres, alcanzando como promedio una tasa de 51% de hombres y 49% de mujeres en la educación básica para 2008 (Datos del INEGI). En la educación media superior esta relación es de 48% de hombres y 52% de mujeres, mientras que en educación superior las cifras son de 49.7% para hombres y 50.3% para las mujeres.

Sin embargo, al avanzar en los niveles de posgrado, la participación de las mujeres disminuye, y si se analiza la composición del personal académico, el porcentaje de mujeres es mucho menor. Por ejemplo, el sistema nacional de investigadores (SNI) cuenta con 13 mil 485 personas dedicadas a la investigación, de éstos 9 mil 202 son hombres (68.2%) y 4 mil 283 son mujeres (31.8 por ciento). De las 6 áreas que conforman el SNI, la que cuenta con una menor diferencia de género es la de Humanidades, donde 48.5% son investigadoras. Por su parte, el área con una brecha mayor es la de Ingeniería, donde solamente 15.8% son investigadoras.

Los progresos en la incorporación de las mujeres al sistema educativo nacional, especialmente en los estudios medios y superiores, han sido paulatinamente favorables; sin embargo la preferencia de la población por ciertos niveles educativos, áreas de conocimiento y carreras aún reflejan estereotipos de género que impiden el acceso equitativo a determinados campos del conocimiento y la investigación.

En términos generales, al observar los niveles educativos en la población en general, siguen existiendo brechas entre hombres y mujeres. Para 2009, la diferencia más significativa se encontraba en los grupos de edad mayores a 45 años, donde la tasa de mujeres sin escolaridad es superior (alcanzan una diferencia porcentual de 7 puntos en el tramo de 75 años y más). En total, si se toman de manera agregada las personas con 15 años y más, 8.4% de mujeres no tienen escolaridad, frente a 6% de hombres en igual situación. 


El mercado laboral

En la última Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) realizada por el INEGI en 2009, se considera no solamente el trabajo remunerado destinado al mercado (conocido tradicionalmente como actividad económica) sino que se incorpora el trabajo no remunerado, principalmente aquel llevado a cabo en los hogares pero también el realizado en las áreas agropecuarias y de bienes y servicios en negocios familiares. De esta manera la incorporación de las mujeres a las cifras sobre ocupación y empleo se ha visto incrementada.

Los datos de la ENOE de 2009 reportan entonces que de los 78.7 millones de personas de 14 y más años, nueve de cada diez trabajan; proporción que equivale a 75.4 millones de personas, de las cuales 40.5 millones son mujeres (53.7%) y 34.9 millones son hombres (46.3%). La mayor presencia de las mujeres en el trabajo es resultado de la hegemonía que tienen en el trabajo no remunerado, además de su creciente inserción en el mercado. Esto muestra un avance en la participación de la mujer en el terreno laboral; avance que no ha sido en condiciones de igualdad, pues generalmente se incorporan en puestos de trabajo de menor jerarquía que los hombres y perciben una menor remuneración (incluso en los mismos puestos de trabajo). Además, las mujeres continúan siendo casi en exclusiva las responsables de las actividades de sus propios hogares, generalmente cubriendo una doble jornada de trabajo, la familiar y la laboral. Esto muestra que no se ha modificado de manera significativa la tradicional división sexual del trabajo imperante en nuestras sociedades. De hecho, para 2009 de los 41.4 millones de mujeres de 14 y más años que habitaban el país, 62.3% realizaron trabajo no remunerado, mientras que de los 37.3 millones de hombres en esas edades, 26.5% desempeñaron dicho trabajo.

Dentro del trabajo no remunerado, las áreas donde las mujeres representan una proporción mucho mayor son los quehaceres domésticos (75.9%) servicios gratuitos a la comunidad (64.5%), y el cuidado de niños, ancianos y enfermos (91.4%). Los hombres por su parte, participan más en tareas como mantenimiento de la vivienda y reparación de los bienes del hogar (82.4%) o autoconstrucción de la vivienda (80.7%).

Si se toma solamente el trabajo remunerado, para 2009 la ENOE reportó que 67% de los hombres realizaba algún tipo de labor remunerada, mientras que solamente 35.5% de las mujeres percibía ingresos por su trabajo.



A modo de cierre, simplemente vale la pena destacar lo que ya salta a la vista en base a los datos presentados: aún persisten importantes desigualdades entre hombres y mujeres en México. De igual modo, permanecen irresueltas algunas cuestiones que tocan particularmente a las mujeres, como la violencia de género y la grave situación respecto de los feminicidios. Los movimientos feministas y de mujeres en nuestro país continúan trabajando en pro de la igualdad y el disfrute pleno de los derechos por parte de las mujeres. Sin embargo, es también responsabilidad del Estado avanzar en estas cuestiones, que deben formar parte fundamental de los proyectos políticos que busquen mejorar la calidad de vida de todas y todos los mexicanos.



Bibliografía y fuentes

-    Centro Nacional para la Prevención y el Control del VIH/SIDA (CENSIDA): http://www.censida.salud.gob.mx/
-    Cacho, Lydia, El Estado de México: Feminicidios Ignorados, enero 2011, en http://www.lydiacacho.net/12-01-2011/el-estado-de-mexico-feminicidios-ignorados/
-    Elige, Red de Jóvenes por los Derechos Sexuales y Reproductivos: http://elige.net/
-    Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) 2006, Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
-    Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE): http://www.gire.org.mx/
-    Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES): http://www.inmujeres.gob.mx/
-    Monárrez Fragoso, Julia. Feminicidio sexual serial en Ciudad Juárez: 1993-2001, Debate Feminista, año 13, Vol. 25, abril 2002, México.
-     Mujeres y Hombres en México 2010, Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI)/ Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES).
-     Pobreza y género. Una aproximación a la forma diferencial en que afecta la pobreza a mujeres y hombres en México, 2010, Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES).


FERNANDA HOPENHAYM es socióloga, egresada de la Maestría en Estudios Latinoamericanos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Investigadora y activista feminista.
Este artículo fue publicado anteriormente por la Fundación Equidad y Progreso: http://www.fundacionequipo.org/

miércoles, 31 de agosto de 2011

La situación de las mujeres en el México actual: algunos datos fundamentales (parte 1)

Fernanda Hopenhaym


Describir cabalmente la situación de las mujeres en el México de 2011 es un desafío monumental, y no es el propósito de un artículo breve como el que presentamos aquí. Sin embargo, es posible identificar algunos temas centrales y de allí trazar un mapa, aunque no exhaustivo, de los asuntos más significativos para la vida de las mujeres en nuestro país. Nuestro objetivo es, por tanto, presentar muy sucintamente datos fundamentales que permiten entender algunos de los principales desafíos a los que nos enfrentamos las mujeres hoy y donde se necesita una intervención más eficaz de las autoridades, así como un diseño más focalizado de políticas públicas. En esta primer entrega, incluiremos información sobre la violencia de género y los feminicidios, la situación de pobreza de las mujeres y su participación política. 


La violencia y los feminicidios

La Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) de 2006 (la más actual con que se cuenta), revela que el 43% de las mujeres del país han sido víctimas de violencia por parte de sus parejas. Asimismo, alrededor de un 30% de las mujeres mayores de 15 años señaló haber tenido algún incidente de violencia en el ámbito laboral, como acoso, hostigamiento o abuso sexual, mientras que un 39% ha sufrido algún tipo de discriminación en el mercado de trabajo. El 16% reportó haber sufrido discriminación, hostigamiento, acoso o abuso sexual en la escuela. En los espacios comunitarios (calle, mercado, transporte, cine, iglesia, tienda, hospital, etcétera) 40% de las mujeres se ha enfrentado con algún tipo de violencia: 42% ha padecido violencia sexual y 92% intimidación. El 18% de las mujeres mexicanas mayores de 15 años ha sufrido discriminación en alguna dependencia pública.

Del total de mujeres casadas o unidas, 60% ha sufrido algún tipo de violencia patrimonial, ejercida en su contra ya sea por algún familiar u otra persona. Los estados de la República Mexicana en donde hay más mujeres casadas o unidas que han enfrentado algún incidente de violencia son el estado de México, Jalisco y Colima. En estos tres estados, más de la mitad de las mujeres ha enfrentado violencia física, emocional, sexual y/o económica, ya sea uno o más tipos a la vez.

En cuánto a los feminicidios, según datos del INEGI, la tasa de homicidios por cada 100,000 mujeres se ha incrementado en más del 40% en el país, pasando de 2.45 a 3.52 en el periodo 2005-2009. Para el año 2009, 10 estados encabezaban la lista de entidades con mayor incidencia de feminicidios cada 100,000 mujeres: Chihuahua (13.09), Baja California (10.11), Guerrero (10.07), Durango (7.10), Sinaloa (6.00), Sonora (5.09), Tamaulipas (4.51), Oaxaca (3.82), Michoacán (3.78) y Nayarit (3.69). El caso más conocido es el de Ciudad Juárez, Chihuahua, donde se calcula que han sido asesinadas 465 mujeres en los últimos 20 años, contando además unas 400 desapariciones, la mayoría de esos más de 800 episodios aún sin esclarecer. Por otra parte, si bien el Estado de México se encontraba en el lugar número 11 en ese año, con una incidencia de 3.67 asesinatos por cada 100 mil mujeres, el incremento de feminicidios en esta entidad en los últimos 5 años es alarmante. Según datos de la Procuraduría del Estado de México, se reportaron 922 homicidios dolosos contra mujeres cometidos entre enero de 2005 y agosto de 2010. Si se considera que en 2005 los asesinatos registrados fueron de 97 mujeres, el incremento ha sido del 106% en poco más de 5 años (ya que solamente en 2010 se registraron 200), mientras que la población femenina en la entidad creció nada más un 8%. De esos 922 asesinatos, las autoridades ignoran o desconocen quién es el homicida en el 56.72% de los crímenes y sólo en los casos donde el asesinato fue cometido por una persona conocida (pareja, familiar o vecino), la autoridad conoce la identidad del victimario (35.47%).

A su vez, la Comisión Especial de Feminicidios de la Cámara de Diputados presentó cifras para 2010: 2500 asesinatos de mujeres a lo largo de ese año en todo el país. Actualmente se discute la tipificación del feminicidio en el Congreso, lo cual brindaría herramientas jurídicas más claras para enfrentar esta problemática, y la Comisión Especial prevé que se tome una resolución para Septiembre de 2011.


La pobreza

Según la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) 2008, en México son más mujeres que hombres en condición de pobreza. Siguiendo la metodología de pobreza multidimensional[1] de la CONEVAL (Comisión Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social), 44.5% de las mujeres en México vivían en pobreza multidimensional, que en términos absolutos representaba 24.4 millones de mujeres, es decir, cerca de dos millones más de mujeres que de hombres en esta condición (22.6 millones de hombres).

Por otra parte, si se considera las jefaturas de los hogares en condiciones de pobreza, 37% de las jefas de hogar en esta situación carece de los beneficios de programas sociales o de seguridad social, en comparación con 29% de los hombres identificados como jefes de sus hogares.

De la población que tenía al menos una carencia social de las 6 dimensiones consideradas, el indicador nacional era de 77%, que en números absolutos equivalía a 42 millones de mujeres y 40 millones de hombres. Las cifras correspondientes a la población rural y a la indígena eran superiores: alrededor de 96%, prácticamente igual entre ambos sexos.

La brecha de género más notoria es en el rezago educativo, donde se encontraba 22% de la población mexicana, con un porcentaje mayor de mujeres que de hombres (23 y 21 por ciento, respectivamente) y que equivale a dos millones más de mujeres en esta situación. La cifra correspondiente a la población de habla indígena era de 50% y la brecha por sexo, respecto al índice nacional, era mucho más amplia: 55% de mujeres versus 45% de hombres; esto es alrededor de 400 mil más mujeres. Entre la población rural, 36% tenía este tipo de rezago y la brecha por sexo era menor que entre los indígenas (tres puntos porcentuales), no así en valores absolutos (alrededor de 700 mil). El rezago educativo entre la población urbana era de 17%, con un punto porcentual  de diferencia entre sexos, aunque en cifras absolutas significó 1.4 más millones de mujeres que de hombres.
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La participación política

Si se consideran los datos oficiales de los tres poderes (legislativo, ejecutivo y judicial) para el año 2009, después de las elecciones federales intermedias, la distribución de cargos entre hombres y mujeres es como se presenta a continuación.

Poder Legislativo

Congreso de la Unión (LXI legislatura):
En la cámara de senadores se cuenta con 30 senadoras, lo cual representa un: 23.4% 
En la cámara de diputados se cuenta con 138 diputadas, un 27.6 % del total de representantes federales.

Congresos estatales y Asamblea Legislativa del Distrito Federal:
Si se consideran los datos de manera agregada, de los diputados locales a nivel nacional, solamente el 23.2% son mujeres.

A pesar de existir cuotas en los partidos políticos establecidas por ley, éstas no se cumplen y se utilizan diversas estrategias (por ejemplo suplir a legisladoras electas por sus suplentes hombres una vez pasadas las elecciones) para mantener las limitaciones en la participación de las mujeres en el poder legislativo.

Poder Judicial

La distribución actual de cargos es la siguiente:
-          Suprema corte de justicia de la nación: 2 de los 11 integrantes son mujeres
-          Magistrados del Tribunal Electoral: 1 de 7
-          Consejo de la Judicatura Federal: 0 de 7
-          Jueces: 79 de 221(35.7%)
-          Magistrados de Tribunales Unitarios: 11 de 61 (18%)
-          Magistrados de Tribunados Colegiados: 94 de 449 (20.9%)

Poder Ejecutivo

La cúpula del Poder Ejecutivo federal, conformado por las y los Titulares de las Secretarías y Subsecretarías de Estado, se integra por 60 hombres y 14 mujeres. Las secretarias de Estado representan un 10.5% del total de las secretarías, mientras que un 21.8% de las subsecretarías son lideradas por mujeres.

A nivel estatal, si consideramos las 32 entidades federativas, actualmente solamente se cuenta con una mujer gobernadora en Yucatán. En los niveles locales de gobierno, 16.3% de los titulares de sindicaturas son mujeres, mientras que a nivel de regidores el porcentaje aumenta a 31.4% de mujeres. Asimismo, tomando conjuntamente las presidencias municipales y las delegaciones políticas (equivalente a los municipios en el Distrito Federal), las mujeres titulares son solamente 5%. Incluso, actualmente existen seis entidades sin mujeres como Presidentas Municipales (Aguascalientes, Baja California, Campeche, Colima, Nayarit y Querétaro).


En la segunda y última parte de este artículo nos centraremos en temas de salud sexual y reproductiva, educación y participación de las mujeres en el mercado laboral.



FERNANDA HOPENHAYM es socióloga, egresada de la Maestría en Estudios Latinoamericanos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Investigadora y activista feminista.
Este artículo fue publicado anteriormente por la Fundación Equidad y Progreso: http://www.fundacionequipo.org/



[1] Las dimensiones consideradas son: rezago educativo, acceso a los servicios de salud, acceso a la seguridad social, calidad y espacios de la vivienda, acceso a los servicios básicos en la vivienda y acceso a la alimentación. Se incluye además un indicador llamado línea de bienestar que permite identificar a quienes no cuentan con los recursos suficientes para adquirir los bienes y servicios para satisfacer sus necesidades básicas (alimentarias y no alimentarias)

jueves, 25 de agosto de 2011

Una flor en el cemento

Roberto Cyjon

A México D.F.

Caminaba entre enormes montañas contaminadas, guardianas de un caos que a todo se impone. Innumerables vehículos circulaban frenéticos en ambos sentidos, aullando bocinazos agudos y estériles. A la noche, luces blancas y rojas fluían cual ríos sobre andariveles de calles enredadas entre túneles y puentes. A la luz del día, era posible ver infinitos rostros idénticos, sujetos impertérritos cada cual a su volante. Miradas rígidas, presas de un vacío que sólo aspira a llegar a un destino determinado.

Me detuve al ver un gorrión acurrucado entre las ramas de un arbusto callejero, paralizado por el temor al pretender sobrevolar la jauría mecánica. Yo también temía cruzar ante la amenazante embestida de la fauna vehicular agazapada tras el semáforo. Nos miramos fugazmente; no sé si él comprendió mis sentimientos. Me volteé rápidamente para observarlo por última vez. Emprendí mi audacia obligatoria. Debía avanzar. Él se mantenía estático.

Continué mi marcha anónima, tan carente de  identidad como la del resto de personas que convergían hacia y desde el punto infinitesimal en que me encontraba. No se percibía ninguna emoción en esa muchedumbre, salvo la ira contenida por la tardanza originada debido al tránsito, o sonoras maldiciones catárticas por cambios intrépidos de carril.

Profundamente herido por la ciudad, ignoré todo cuanto me rodeaba y me concentré en un pensamiento íntimo, encerrándome aún más dentro de una minúscula partícula de mi ser. Cómo lograr una calma placentera. Contra qué y quién luchar. Cómo naturalizar una sonrisa. Dónde encontrar una flor en el cemento.

Llegué a mi hogar, solo y fatigado. Encendí la luz y atemperé la oscuridad que se ahogaba tras la ventana. En el silencio reparador de mi refugio, desperecé mis músculos agarrotados. Observé las luces titilantes de edificios lejanos y amontonados bajo un cielo súbitamente ennegrecido, acuchillado por rayos estremecedores. Inundé mis sentidos con el aroma a café y canela de un capuchino, tan necesario para mi cuerpo como para mi espíritu.

Sonó el timbre y abrí. Su cara revivió al verme. Me sentí nuevamente humano al besarla. “Qué suerte que viniste temprano. Hoy te extrañé tanto que ansiaba llegar a casa. Traje estas yerberas de varios colores. ¿Bonitas, no es verdad? En cuanto las vi, sentí que las necesitaba.”- me dijo con ternura.

Hicimos el amor, ignorando las gotas impertinentes que salpicaban ruidosamente el afuera impersonal y cruel.




ROBERTO CYJON es uruguayo, padre de tres hijos y abuelo de tres nietos. Es ingeniero, empresario, activista comunitario y escritor de narrativa ficción. Ha publicado dos libros de cuentos y dos novelas: De leyendas y acantilados (la decisión de Sara) (1999), Maldita sea (2001), Flaco, yo me saco el pasaporte (2003)  y Marcados para siempre (2006).

martes, 23 de agosto de 2011

El adiós a Amy Winehouse

León Rosa

La cantante y compositora británica Amy Winehouse fue encontrada muerta a los 27 años en su departamento de Londres, por causas que aún permanecen ‘inexplicadas’, según la policía. Era uno de los exponentes más importantes de la canción jazz, soul, y R&B que habían surgido en las últimas décadas.

En 1966 Mick Jagger inmortalizó la frase “Vive rápido, muere joven, y tendrás un cadáver bonito”. Desde entonces y hasta el presente, varios son los ejemplos de artistas jóvenes, talentosos y exitosos que como consecuencia de conductas autodestructivas y vidas de adicciones han perdido la vida a temprana edad, y con un potencial enorme que jamás sería explotado.

Más concretamente, esta máxima de la cultura rock sentenciada por Jagger a finales de los años ’60 ha tenido a lo largo de la historia una tan curiosa como increíble constante: gran parte de éstos artistas han fallecido a la misma edad; Brian Jones, Jim Morrison, Janis Joplin, Jimi Hendrix, y Kurt Cobain han desaparecido físicamente a la edad de 27 años.

Tristemente, en las últimas semanas una nueva muerte se ha sumado engrosando la lista del ‘club de los 27’. Amy Winehouse, voz referente del soul, el jazz y R&B, fue encontrada muerta en su departamento de Londres el 23 de julio de 2011, y declarada muerta instantáneamente bajo circunstancias que aún la policía no ha esclarecido por completo.

En tan sólo ocho años y con sólo dos discos de estudio editados oficialmente (Frank, 2003; Back to black, 2007), Winehouse se convirtió en una de las voces más representativas del soul, jazz y R&B en todo el planeta. Su voz profunda, expresiva, maleable y certera, no hacían pensar en una chica de apenas 20 años al escucharla.

Entre los años 2007 y 2008, Winehouse se hizo acreedora a diversos premios otorgados por la industria: Ivor Novello (en 2004 como Mejor cantante contemporánea por “Stronger than me”; en 2007 a la Mejor canción contemporánea por “Rehab”; y en 2008 a la Mejor canción y letra por “Love is a losing game”); Brit Awards (2007, Mejor cantante británica femenina por “Rehab”); MTV Europe Music Awards (2007, Mejor artista elegida por cantantes); Grammy (2008, Grabación del año por “Rehab”, Canción del año por “Rehab”, Artista revelación por el álbum “Back to black”, Mejor artista pop femenina por “Rehab”, Mejor álbum de pop vocal por “Back to black”); World Music Awards (2008, Mejor solista femenina por “Rehab”).

Completan el registro de su trabajo dos EP grabados en vivo (Sessions@AOL, 2004; ITunes Festival: London 2007, 2007), y un DVD (I told you I was in trouble: Live in London, 2007).

Amy Winehouse también será recordada y valorada por su trabajo como compositora. A diferencia de una gran cantidad de los cantantes/productos que la industria lanza al mercado con repertorios preparados por las compañías y los productores, Winehouse era autora y co-autora de la gran mayoría de las canciones que interpretaba y que incluyó en su material discográfico, tanto en Frank como en Back to black.

Este es un dato para nada menor y que la pinta como una artista genuina, que escribía lo que cantaba, y que sentía como propia cada una de las palabras que conformaban los textos de sus canciones.

Quizá sea por eso que todos quienes amamos la música hemos sentido tan hondamente la noticia de su muerte; por la certeza de que se ha ido una gran artista, una compositora y cantante con un talento, peso, y sensibilidad que aparecen solamente una vez cada muchos años; una artista con un carisma y una voz capaces de encantar a audiencias muy diferentes y heterogéneas a lo largo y ancho del planeta, y que por sobre todas las cosas, tenía todavía muchísima música por regalarnos.

Apenas conocida la noticia de su deceso, y como sólo pasa con las figuras realmente populares, cientos de personas se acercaron espontáneamente a la casa de la artista en Londres para brindarle sus respetos, ofrendas y su último adiós.

Amy Winehouse será recordada por siempre por su luz y su voz. Y para siempre, quedarán sus discos.   


*LEÓN ROSA es músico y docente. Desde el año 2004 es compositor y cantante de la Banda El Mago. Editó un disco en Uruguay en el 2006. Radica en Buenos Aires, manteniendo una sostenida actividad musical al frente de El Mago.

miércoles, 17 de agosto de 2011

El rol del Estado en la inversión en Investigación para el Desarrollo

Fernanda Hopenhaym

La economía internacional en la actualidad se caracteriza por la internacionalización de los procesos de producción, teniendo como agentes centrales a las empresas transnacionales. Éstas son las principales portadoras del cambio científico-técnico que determina las tendencias económicas a nivel global.

El concepto de competitividad, tan difundido en el léxico económico contemporáneo, se convierte en un asunto central para las empresas, quienes tienen la necesidad de, no sólo ganar cada vez más cuotas en el mercado, sino también de sostenerlas en el tiempo. Una mayor competitividad es reflejo de una mayor productividad y eficacia, es decir, de aumentar las ventajas derivadas de las características de las empresas. Entre esas características podemos señalar la capacidad innovadora, la incorporación de nuevas tecnologías y la capacitación permanente de su capital humano, lo cual tiene como consecuencia una especialización mayor.

Este contexto nos podría llevar a cuestionar el rol de los Estados dentro de estas dinámicas, dada la impronta cada vez más influyente de las corporaciones. Sin embargo, las políticas económicas implementadas por los mismos determinan en última instancia la posición de los países en el sistema económico internacional. Es por ello que resulta fundamental el impulso que estos dan a la Investigación para el Desarrollo (I+D), tal como veremos a continuación.

La investigación suele distinguirse en tres tipos (1): la básica (destinada a la producción de conocimiento científico que no está necesariamente orientado a un fin o aplicación práctica específica), la aplicada (centrada en trabajos que tienen una finalidad práctica concreta, los cuales en general parten de la investigación básica) y la investigación para el desarrollo o I+D (que se basa en la aplicación de las investigaciones anteriores para la innovación, es decir, para generar nuevos productos o procedimientos y para mejorar los ya existentes).

La investigación básica se realiza típicamente en las universidades o centros de investigación y producción de conocimiento, y se podría definir como un bien público que necesita, por tanto, de la inversión pública para mantener un nivel de producción suficiente y de calidad. En las otras dos categorías, sin embargo, la producción se da principalmente en el ámbito privado, partiendo generalmente de la iniciativa de empresas que buscan innovar. Sin embargo, todos estos avances en el campo científico-técnico son de suma relevancia para el crecimiento global de la economía del país, con consecuencias positivas como la menor importación de tecnologías, mayor productividad y eficiencia de los sectores productivos, exportación de conocimiento, entre otras.

Es por ello que resulta clave la intervención del Estado en la esfera de la investigación, a través de inversión directa, subsidios, incentivos, en síntesis, una serie de facilidades que fomenten un desarrollo mayor del campo científico tecnológico del país tanto a nivel público como privado. Esto, junto con la inversión privada, constituye la fuente de la innovación. No obstante, no todas las posturas coinciden en el papel que debe desempeñar el Estado y la forma en que debe intervenir.

Steinberg (2) afirma que los defensores de la política comercial estratégica sostienen que el Estado debe ser activo en su rol, financiando la investigación a nivel de las empresas privadas, a la vez que creando centros de producción de conocimiento y aumentando su inversión en el ámbito público de la investigación.  Esto sería un excelente incentivo para que el sector privado apueste a la innovación y ponga el foco en la I+D, lo cual puede redundar en mayor competitividad frente a las empresas extranjeras y por consiguiente en un crecimiento de la economía del país.

Un ejemplo exitoso de la intervención estatal en temas de I+D sería el fomento del gobierno estadounidense a la creación de parques tecnológicos como el Sillicon Valley, producto de la cooperación entre universidades, el Estado y empresas privadas. Otro caso sería la política de apoyo a la I+D realizada por el MITI japonés en las últimas décadas, lo cual ha permitido que sus empresas, con alta tecnología, se vuelvan sumamente competitivas y ganen grandes cuotas del mercado mundial.

Así, los Estados juegan un papel central en el desarrollo de la ciencia y la tecnología en sus países, la cual se puede aplicar tanto a las empresas (con todos los beneficios ya mencionados) como con el fin de mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Además, un país con una importante producción en este sector es percibido a nivel internacional como poderoso, pudiendo mejorar su posición tanto en la economía mundial como en la constelación de las fuerzas políticas.



*Fernanda Hopenhaym es Socióloga, con vasta experiencia en investigación internacional. Egresada de la Maestría en Estudios Latinoamericanos de la Universidad Nacional Autónoma de México.  


1 Federico Steinberg, La nueva teoría del comercio internacional y la política comercial estratégica, Editado por Eumed.com, Madrid, 2005, p. 66
2 Ibidem, p. 67

martes, 9 de agosto de 2011

El problema del nexo gramatical "o"

Roy Cyjon 

“Ser o no ser…”

Refería Shakespeare a ésta, una dicotomía estructural, fundacional.

Ahora bien, ¿ser qué? ¿Ser quién? ¿Eres o no eres, de acuerdo a qué dispositivo discursivo? ¿Cuál es el supuesto “buen modelo”?

Según corrientes psicoanalíticas contemporáneas, hoy sabemos que estructuramos el concepto de nuestro sí mismo, es decir, el conjunto de ideas, imágenes y fantasías que tenemos acerca de nosotros mismos, ligándonos, inicialmente, a una imagen parental idealizada y a otra especular. Nos desarrollamos en base al reflejo, sano o no, que proyectan nuestros otros significativos. A lo largo de nuestro crecimiento, procuramos en mayor o menor medida, con variable monto de éxito, diferenciarnos y así individuarnos.

Una separación e individuación que no busca alcanzar un supuesto ideal de ausencia de conflicto, sino un entendimiento del mismo y la utilización de ese conocimiento para la cohesión interna que permita el logro de la independencia y autonomía y con ello, una sensación subjetiva de libertad.

A lo largo de su obra, fundamentalmente en los escritos sociales, Freud relaciona en varias ocasiones, el devenir ontogenético con el filogenético, es decir, equipara lo que podría ser el desarrollo de un individuo, con la evolución del ser humano como especie y encuentra paralelismos claros entre ambos caminos. Vincula aconteceres sociales y culturales, con los procesos personales de aquellos que ahí están inmersos.

Siguiendo, entonces, esta línea y permitiéndome tomar este artilugio comparativo, ¿es el sujeto maduro cuando ya no es más quien fue de acuerdo a la imagen fantaseada de sus padres? ¿Es este hecho real o simbólico? ¿Puede uno desconectarse por completo de esa raíz primigenia y superar así un narcisismo inicial o aceptamos lo que los psicoanalistas del self afirman acerca de que la línea de desarrollo narcisista está siempre presente en la vida de un individuo?  Pasando al plano social, ¿se “es” en la medida que se logre un aislamiento absoluto del paradigma vigente, quedando apartado? ¿Se “es”, en cambio, siempre y cuando la mimetización con el supuesto ideal colectivo y por ende la indiferenciación con la expectativa del entorno sea tal, que se haya alcanzado el estado de “modelo”?

Entiendo que el problema radica en el nexo gramatical “o”. Los conflictos de sentido, en cuanto a representación del self se trata, que en la actualidad observamos en jóvenes y adultos, quizás se basan, en buena medida, en esta puja omnipresente de ser “o” no ser.

Esto conlleva, en ocasiones, a la sensación de insatisfacción crónica por no lograr una transacción consciente entre todas las demandas del dispositivo y los deseos individuales. A veces, por no alcanzar las medidas del modelo y con ello, consecuentemente, la sensación de fragmentación del sí mismo. En otras, por querer, pensar o llevar a cabo algo que escapa a lo que las fronteras del paradigma definen como oportuno, esperado y exigido.

Actualmente, entonces, ¿ser “o” no ser, es la interrogante? ¿Ser “o” no ser, es el desafío? Considero más tranquilizadora y continente una visión que permita la integración. Una frase con nexo gramatical incluyente y no promovedor de la escisión.    

Ser sujeto de deseo y ser individuo con capacidad de integración. Dirigirse a la meta compartida, sin trastocar los instrumentos propios y sin perder el horizonte del anhelo personal. Lograr una adaptación activa a la realidad, manteniendo una autoestima internamente regulada.

No es tarea sencilla. El modelo embelese tanto como la sirena. Pero lograr un día mirarse al espejo, ya no aquel que nos permitió iniciar el camino desde la mirada de los demás, sino el que autorefleja, y encontrarse sujeto participante activo dentro de un marco colectivo y además, persona con deseos individuales pasibles de ser cumplidos, esa sí creo que es la cuestión.

Algo así como “ser y también ser”.




ROY CYJON es Licenciado en Psicología de la Universidad de la República, Uruguay. Egresado de la Maestría en Investigación Psicoanalítica del  Instituto Sigmund Freud de la Asociación Mexicana para la Práctica, Investigación y Enseñanza del Psicoanálisis, A.C. Miembro Titular de la Sociedad Mexicana de Psicología, A.C. Psicoterapeuta.